La forma en la que compramos puede marcar una gran diferencia en nuestro entorno y en nuestra comunidad. Decidir qué consumimos en una gran responsabilidad. Te compartimos algunas sugerencias que ayudarán a fortalecer la economía del lugar en dónde vives con solo tener tres factores en cuenta:
Consume local
Comprar lo que venden los productores locales apoyará la economía de las familias, quizá tu vecino o un amigo. Además, este dinero volverá a ser inyectado en tu comunidad y generará un circulo virtuoso. También, sabrás que las manos que trabajaron lo que estás comprando tiene un origen más natural, menos industrializado y con un menor impacto ecológico.
Consume de forma estacional
Esto quiere decir que aproveches los productos de la temporada. La naturaleza es sabia y sabe el tipo de frutos y verduras que el cuerpo requiere según el momento del año. Por ejemplo, las mandarinas suelen tener su cosecha en los meses más fríos, la misma temporada en la que necesitamos una dosis alta de vitamina C.
En cambio, si deseas comprar mandarinas en junio, probablemente no tendrán el mejor sabor, quizá tengan químicos o fertilizantes que le fueron adicionados para que el árbol produjera en una época que no le corresponde.
Consumir lo que está floreciendo en la época te dará mayor certeza de que el alimento no esté alterado y será la fuente de vitaminas que requieres para afrontar la temporada.
Consume de forma sostenible
Evita los productos con empaques innecesarios, que producirán mucha basura o que tiene una vida útil muy corta como los popotes. Si es posible, consume productos a granel y lleva tu propio envase para que no sea necesario que te lo entreguen en una bolsa o contenedor de plástico.